Rita
Montaner (Rita Aurelia Fulceda Montaner Facenda). Soprano. Fue una de las más
grandes artistas cubanas del teatro, la radio, el cine y la televisión. Como
Ernesto Lecuona en el ámbito masculino, Rita Montaner constituye uno de los
exponentes más universales de las artistas cubanas.
-1910 Realizó
estudios de música en el Conservatorio de Música y Declamación de La Habana
Eduardo Peyrellade, con Carmelina Pascual, solfeo; Pablo Meroles, teoría de la
música, armonía, piano, y canto; en Nueva York fue discípula de canto del
profesor italiano Alberto Bimboni.
-1922 El 16 de marzo participó en los Conciertos de
Música Típica Cubana organizados por el compositor Eduardo Sánchez de Fuentes,
acompañada por la orquesta dirigida por el compositor Gonzalo Roig. El 10 de
octubre del mismo año, actuó en la inauguración de la radioemisora PWX, con la
orquesta dirigida por el compositor Luis Casas Romero.
-1923 El 28 de enero se presentó en el Teatro
Nacional (Gran Teatro de La Habana) en
el Festival de Canciones Cubanas organizado por Sánchez de Fuentes; el 27 de
febrero del mismo año lo hizo en el teatro Luisa Martínez Casado de Cienfuegos,
y el 22 de marzo, en el teatro Principal de la Comedia, en un concierto de
música sacra organizado por Néstor de la Torre. En la Sala Falcón de La Habana,
cantó con Lola de la Torre el dúo de la ópera La Gioconda, de Amilcare
Ponchielli. Sobre su interpretación de esta obra, dijo Alejo Carpentier: «...La
señora Montaner nos llamó la atención por su timbre de voz exquisito, que
acaricia el oído, así como por su mucha seguridad al atacar las notas altas y
su escuela inmejorable.»
El 9 de
octubre actuó en el Festival de Música Cubana organizado por el periodista
Guillermo de Cárdenas y el pianista y compositor Ernesto Lecuona, quien la
acompañó al piano.
-1924 El 15 de junio, cantó Marita, a dúo con el
compositor Alejandro García Caturla, de Jorge Anckermann, acompañada por la
Orquesta Sinfónica de La Habana, dirigida por Gonzalo Roig; el 28 de
septiembre, interpretó, en el Teatro Campoamor, los cinco lieder del compositor
Guillermo M. Tomás: El pescador, Yo quiero ser, Duerme y sueña, Jamás y Yo soy
morena, yo soy ardiente, acompañada al piano por Natalia Torroella.
- 1926 El 2
de marzo, interpretó el aria de «Un bel di vedremo» de la ópera Madame
Butterfly, del compositor italiano Giacomo Puccini, y del mismo compositor,
cantó el aria «Mi chiamano Mimi», de la ópera La Bohème.
En 1926
viajó a Nueva York, donde trabaja con la compañía Follies Schubert en el cuadro
español, Una noche en España, y en el Teatro Apolo, lo hace con el violinista
Xavier Cugat; después de seis meses de actuación en esa ciudad, regresa a Cuba.
-1927 El 29
de septiembre, estrenó en el Teatro Regina (Cine Jigüe), el sainete Niña Rita o
La Habana en 1830, de Lecuona y Eliseo Grenet, con texto de Riancho y Castells,
donde representa el personaje de José Rosario, calesero, e interpreta el,
después famoso, tango congo ¡Ay!, Mamá Inés; además, ese mismo día actuó en La
tierra de Venus, con música de Lecuona y texto de Primelles, en la que
interpreta Siboney.
-1928 El 4
de enero, desempeña el personaje de Ángela Didier, de la opereta El conde de
Luxemburgo.
-1929 viajó
a París en compañía de Sindo y Guarionex Garay, el pianista Rafael Betancourt y
los bailarines Carmita Ortiz y Julio Richard. En esa ciudad actuó en el Palace,
en él interpretó Siboney, Carabalí y ¡Ay!, Mamá Inés. Sustituyó a Raquel
Meller. Sobre sus actuaciones en París, dijo Alejo Carpentier: «No puede
negarse la influencia que tuvo, el año pasado, la actuación de Rita Montaner,
en esta invasión de aires tropicales. Rita Montaner, en el dominio de lo
afrocubano, resulta insuperable. Es, en su género, intérprete tan fuerte como
pudo serlo, en el suyo, una Florence Mills. Con ella nos situamos lejos de la
lánguida dilettante vocal, que canta criollas melosas entornando los ojos y
crispando los dedos sobre un abanico ochocentista. Rita Montaner se ha creado
un estilo: nos grita, a voz abierta, con un formidable sentido del ritmo,
canciones arrabaleras, escritas por un Simons o un Grenet, que saben, según los
casos, a patio de solar, batey de ingenio, puesto de chinos, fiesta ñáñiga y pirulí
premiado [...]. Rita Montaner tiene el gran mérito de haberse especializado en
la interpretación de ese folklore, calificado por algunos de bárbaro y poco
elegante. Gracias a ella, sus compositores favoritos, Simons, Grenet, y otros,
pueden ver sus canciones puestas en valor de modo admirable [...].» Y en otra
crónica apunta Carpentier: «En pocos años, Rita Montaner alcanzó una
popularidad extraordinaria. Creó un estilo, imitado hasta la saciedad. En
épocas de tensión política, todo el público de la isla estaba atento a las
coplas que cantaba La Chismosa, personaje de su creación. Y, a medida que
pasaban los años, su voz adquiría en elocuencia, en poder de expresión, lo que
el tiempo le restaba de frescor... Es probable que la máquina trituradora de talentos
que es la radio, la haya llevado a prodigarse demasiado, poniendo su
personalidad al servicio de emisiones más o menos mediocres. Pero Rita era
Rita, y la Rita de Ogguere, de Negro bembón, de Chivo que rompe tambó, se
resolvió, no hace mucho tiempo, a asombrar a quie¬nes tal vez la creyeran
próxima al ocaso. Volviendo a la partitura seria, se dio a interpretar una
ópera de GianCarlo Menotti con tal dominio de sus medios, con tanta autoridad y
fuerza dramática, que el acontecimiento tuvo, para muchos, el valor de una
revelación tardía. Rita Montaner desafiaba magníficamente el paso de los años,
mostrando que nada había perdido de su personalidad.» A su regreso a Cuba, se
presentó en el teatro Encanto, y posteriormente en el Payret, Nacional (Gran
Teatro de La Habana) y Campoamor.
-1929 viajó
a España, contratada por la compañía de Velasco, para presentarse en los
teatros Apolo, de Valencia, y en el Infanta Beatriz, en este último con la
compañía de Barreto.
-1931 Nueva
York la recibe de nuevo, donde canta en varias radioemisoras, y es contratada
por Al Jolson para formar parte de su show musical. En Nueva York, actuó en la
obra The Wonder Bar, de Géza Herczeg, Karl Farkas y música de Robert Katscher.
El crítico Juan Paraíso dice sobre su actuación con Al Jolson: «la artista
cubana se destaca por el ritmo peculiar que imprime a sus canciones. Hay en la
voz de Rita Montaner inflexiones cálidas, sabrosas, genuinas de su trópico
maravilloso, que la personalizan y elevan sobre todas las figuras de la Compañía
[...]». Con esta obra, Rita se presentó en Detroit, Washington, Boston,
Baltimore, Filadelfia, Cleveland y Chicago. Sus éxitos sólo son comparables a
los obtenidos por Ethel Walters y Al Jolson.
-1933 Rita
Montaner viajó a México, con Bola de Nieve, como pianista acompañante. Actúan
en Yucatán, Mérida y Ciudad de México, contratados en este último estado por la
Compañía Campillo, con la que se presenta en los teatros Iris y Politeama.
- 1934 Regresó a Cuba, para volver a Estados Unidos,
donde actuó hasta abril de ese año. En junio del mismo año Rita realizó una
gira por Argentina en compañía del pianista Rafael Betancourt, ocasión en la
que actuó en los teatros Maipo, en la revista ¡A La Habana me voy!, y con la
Compañía de Revistas Porteñas, en el Buenos Aires, en las obras Copacabana y La
calle 125.
De vuelta a
Cuba, trabajó en el teatro Principal de la Comedia, con Betancourt como
pianista. Más tarde integró el elenco de la Compañía de Zarzuelas Cubanas que
se presentaba en el Teatro Martí, y más tarde pasó a trabajar con Lecuona.
Establece relaciones de trabajo con el compositor Gilberto Valdés, y desde
entonces se convirtió en una de las más importantes intérpretes de su obra.
- 1939
actuó en Radio Caracas, Venezuela. De regreso a Cuba, continuó su labor con
Ernesto Lecuona.
- 1940
interpretó el sainete lírico de Rodrigo Prats, Amalia Batista. A fines de este
año viajó a Estados Unidos, donde fue la figura central del espectáculo del
centro nocturno Havana-Madrid, en Broadway, y posteriormente en el Beach
Comber. De vuelta a Cuba, protagonizó en 1941, por la CMQ, la novela Cecilia
Valdés, del escritor cubano Cirilo Villaverde. Se presentó en el teatro
Nacional con el cantante argentino Hugo del Carril, y realizó una actuación
especial en el filme Romance musical, de Ernesto Caparrós.
Con el
cantante mexicano Tito Guízar se presentó, , en una breve temporada en el
teatro Alkázar. En marzo, participa en la apertura de la radioemisora Mil Diez.
El 21 de agosto viajó a Argentina, donde actúa en el programa Galas de Martini,
que conduce Juan Carlos Thorry en Radio Mundo. En un espectáculo efectuado en
el teatro Politeama, coincide, entre otros, con Mecha Ortiz y su Compañía, Hugo
del Carril, Libertad Lamarque y Nini Marshall.
A su
retorno de Buenos Aires, actuó en La viuda alegre, de Franz Lehar, junto a
Maruja González y Jorge Negrete.
-1945 El 24
de febrero fue coronada Reina Nacional de la Radio, en un espectáculo en el que
actuaron Luciano Pozo (Chano) y Abelardo Barroso. A partir de 1946, actuó en el
Cabaret Tropicana, acompañada al piano unas veces por Ignacio Villa (Bola de
Nieve) y otras por cFelo Bergaza.
- 1947
viajó a México para actuar en el filme María la O, que, basada en la zarzuela
de igual título de Lecuona, dirige Adolfo Fernández Bustamante. En 1948 viajó a
Estados Unidos con Carlos Pous y Felo Bergaza para actuar en el Teatro Hispano.
Hizo el personaje de la negra Mercé en el filme mexicano Angelitos negros,
junto a Pedro Infante.
-1951 Rita
formó parte del elenco artístico del Canal 6 (CMQ Televisión). El 13 de
septiembre de 1952, fue la figura principal del espectáculo más importante del
año celebrado en el Teatro Blanquita (hoy Karl Marx), en el que hizo su debut
en el teatro Benny Moré.
- 1953 Actuó
en Radio Continente, de Caracas, Venezuela. De regreso a la capital cubana, fue
contratada por el cabaret Montmartre para las producciones Son y Danzón,
dirigidas musicalmente por el compositor Félix Guerrero, con coreografía de
Alberto Alonso. En otra producción del mismo cabaret, actuó en la revista La
calle, junto a Benny Moré y el Trío Matamoros.
-1956 El 1
de marzo, Rita actuó en la ópera del compositor italo-norteamericano Gian Carlo
Menotti, La medium, presentada en la sala-teatro Hubert de Blanck, bajo la
dirección musical de Paul Csonka. La última función en la que actuó Rita
Montaner fue en la comedia británica Fiebre de primavera, de Noel Coward, bajo
la dirección de Rubén Vigón, puesta en julio de 1957 en la sala Arlequín.
Muere
el 17 de abril de 1958 en La Habana.
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