Plaza Mayor de Trinidad, Cuba

Plaza Mayor de Trinidad de Cuba



La Plaza Mayor de Trinidad. Constituye el corazón del centro Histórico Urbano de Trinidad; se limita por las calles Real del Jigüe, Cristo y Desengaño. Rodeada por notables residencias la Plaza Mayor de Trinidad; ha llegado a la actualidad tal cual fuera configurada en los mediados del siglo XIX, cuando se inauguró el parque de recreo (1856 - 1857), la conservación del ambiente urbano refrenda el sentido del tiempo, lugar y autenticidad de tan notable sitio.
Desde hace varias décadas es denominada como Plaza Mayor, se le han ido restaurando algunos de sus componentes originales, entre ellos: las copas decorativas de cerámica, los bancos de hierro fundidos, los faroles para el alumbrado, los jardines, etc.
Desde los primeros años de urbanización de la villa comienza a delinearse este espacio como plaza, siendo la construcción de la Antigua Parroquial Mayor quien la jerarquiza y nomina tempranamente como Plaza de la Iglesia. Es a partir del año 1700 que se comienza a construir a su alrededor las casas de las más importantes familias de la ciudad, pero aún en estos momentos es un área sin pavimentar y de difícil topografía.
En el plano del año 1842 se señala como Plaza Mayor el espacio enfrente de la iglesia Parroquial, entonces en proceso de construcción. Dicho espacio una rara configuración, difícilmente comprensible por comparación con modelos teóricos y solo explicable por se el resultado de una praxis urbana centenaria. La historia de la formación de esta plaza ilustra fehacientemente la falta de programa urbano previo que caracteriza a la zona más antigua de la ciudad.
En realidad, la plaza no era tal y no sólo la iglesia se encontraba de lado, sino que las viviendas de su entorno, salvo las situadas al sur, también estaban de costado, con las fachadas de ingreso hacia las calles que conducen a la plaza.
Esta peculiaridad está relacionada con tres factores básicos, interrelacionados entre sí.
El primero, tiene sus raíces en España medieval y particularmente en las ciudades hispanomusulmanas. Y es el poco aprecio, en sentido ornamental, de los espacios públicos hasta fecha avanzada del renacimiento. Las viviendas emplazadas de lado hacia las plazas representan, sin dudas, un franco resabio medievalista en poblaciones carentes de constructores ilustrados.
El segundo es una herencia del siglo XVII, tal vez de tiempos más remotos. Tiene que ver con la disposición de los lotes, preferentemente orientados en dirección norte sur, para proteger las fachadas de los rigores del sol. Las casa con fachadas al este u oeste son desgajamientos posteriores de los grandes fundos originarios, divididos en porciones menores por necesidades del propio crecimiento de la población. Las viviendas ubicaron sus frentes en dirección norte, si corresponde al solar de arriba, o en dirección sur, si es el caso del de abajo. Los lotes de esquina de plaza o de calle estaban orientados de la misma manera.
El tercer factor se relaciona con el anterior y tiene que ver con la costumbre de construir en arrimo, lo que ofrecía ventajas económicas y técnicas. En los lotes de esquina de plaza y también en los de equina a calle, fue más fácil construir al lado de la casa aledaña que no erigir una vivienda exenta, con sus propias paredes, cosa que hubiera sido obligada de haberse orientado la fachada hacia la plaza. Hay casos ubicados en manzanas cuyos lotes están dispuestos en sentido este oeste, en los que estos principios también se cumplen: el lote de esquina da también de costado a una plaza. Todo ello es prueba de que no se tenía el sentido de decoro urbano que la Ilustración va a transmitir y el neoclasicismo a imponer.
Plaza de la constitución
En tiempos primitivos existió en la plaza una enorme cruz. En el año 1812 se erigió una estatua de la justicia y se le llamó plaza de la Constitución. Restablecido el absolutismo en España, estatua fue retirada. En el año 1834, a propuesta de Luis Brunet, se aprueba por real decreto la colocación de un busto de la reina Isabel II. En el año 1836, el conde de Brunet, hermano del proponente, solicita al Cabildo el cumplimiento de la disposición. No existen registros de que se llegara a realzar la estatua.
Plaza de recreo
Durante las primeras décadas del año 1800 comienza un proceso corto e intenso de reedificación en las casas que la rodeaba y va a aumentar su importancia hasta ser inaugurada el 26 de marzo del año 1857 como “Plaza de Recreo” o Plaza Serrano debido al gobernador que patrocinó la construcción que definió su aspecto actual. El trabajo fue responsabilidad del Ingeniero Julio Sagebien y Delgado y del trinitario Julio Bastida.
Parque Martí
Es en el año 1925 se comienza a denominar como parque Martí al ser colocado sobre el pedestal central un busto de este insigne apóstol.

Características constructiva


La plaza está compuesta por cuatro rectángulos simétricos para la jardinería y el resto del área pavimentada con la llamada “Loza Bremesa”. Dos calles se cortan perpendicularmente y en el centro se origina un espacio circular con un pedestal que sostiene una escultura de mármol de la musa Terpsícore. Un enrejado proveniente de Norteamérica, cierra los accesos y dos galgos fundidos en hierro, provenientes de la Quinta de San Justo Germán Cantero, escoltan la entrada de la plaza. La alusión a los dos grandes aljibes construidos en las partes más elevadas de la plaza hacia el año 1868, para garantizar el agua de la ciudad y que aún se encuentran en perfecto estado de conservación

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