El origen del congris y la receta

El congrís cubano



Por Nitza Villapol

De la cocina caribeña, gran olla cocida al sol durante ya casi cinco siglos, los cubanos compartimos esta forma tradicional de cocinar arroz con frijoles a partir de una u otra leguminosa con diferentes pueblos hermanos, y la encontraremos no sólo en Haití, sino también en Puerto Rico, en Santo Domingo, en las Bahamas y otras islas del Caribe, con ligeras diferencias en cuanto a condimentos como resultado lógico de la transculturación. Don Fernando Ortiz describe el guiso como de posible pero no probado origen africano; su ensayo sobre la cocina afrocubana fue publicado por primera vez en la Revista Bimestre Cubana en 1923, y hasta hoy día el vocablo congrí, aunque aparece en la enciclopedia, todavía no lo encontramos en el diccionario.

La forma de prepararlo y el nombre que le damos en Cuba pueden variar de una región a otra del país. Sobre esto, don Fernando Ortiz -a quien siempre tendremos que citar en presente- nos dice:
Congrí es vocablo venido de Haití; donde a los frijoles colorados se les dice congó; y al arroz riz, como en francés. Congrí; es voz de creole haitiano que significa «congos con arroz». Congrí no equivale a «moros y cristianos», como en Cuba decimos al arroz con frijoles negros, que también parece ser plato de cocinero africano.

Al congrí suelen echarle trocitos de carne de puerco y chicharrones y hoy se hace en Oriente también con frijoles caballeros, con preciosos y hasta con garbanzos. El folklorista oriental Ramón Martínez nos dice que «hace mucho tiempo, un negro de nación quiso condimentar una comida muy de carrera y sin condimentos; echó a hervir el arroz y los frijoles juntos y casi se cocinaron al mismo tiempo porque los frijoles eran frescos. Más tarde se cocinaron con más cuidado, se pusieron a cocinar los frijoles hasta que estuvieron blanditos, luego se aliñaron y se les echó el arroz; y cuando éste hubo reventado se sacó un poco de agua y se le dejó secar a fuego lento y quedó hecho lo que hoy es nuestro plato favorito, cuyo nombre no figura aún en los diccionarios; pero sí, en las listas de comida. En la década de 1868-1878 algunos chuscos, en vez de decir un plato de congrí, decían un plato de 'voluntarios y bomberos', aludiendo a que los voluntarios eran blancos y los bomberos todos eran negros y usaban cuellos y bocamangas rojos.
A esta interesante aclaración sobre el origen de nuestra costumbre de guisar juntos el arroz y los frijoles, podemos añadir que aún hay personas que no remojan los frijoles negros porque cuando son tiernos «y del país», esto no es necesario; así como quien le echa agua a «ojo de buen cubero» y luego saca caldo o añade agua, según el arroz o la cantidad de líquido disponible para ablandarlo, cosa no del todo errónea, puesto que al cambiar la calidad del arroz suele variar la proporción de agua o caldo requerido para cocinarlo desgranado, y no debemos olvidar que el congrí, tanto como los moros y cristianos o moros, debe resultar desgranado y nunca asopado.

Fernando Ortiz y Ramón Martínez no describen la costumbre de sofreir primero el arroz crudo en un poco de la grasa antes de mezclarlo con los frijoles y el caldo. Esto, que parece ser práctica común en muchas regiones de Cuba, principalmente las orientales, porque disminuye las posibilidades de que un arroz muy rico en alimidón aglutine la mezcla, es aplicable a ambas recetas.

Tomado de:
Villapol, Nitza. Cocina al minuto. Editorial Orbe, La Habana, 1981. pp. 230-233.

Y ahora la receta:

Ingredientes
2 tazas de arroz blanco de grano largo
1 taza de frijoles negros de grano pequeño para caldos
2 tazas de caldo de frijoles negros
1 cebolla grande blanca
4 dientes de ajo grandes
2 pimientos dulces ( verde y rojo)
una pizca de orégano molido
1 hoja de laurel grande
1/4 taza de aceite vegetal preferiblemente de girasol
1 cucharadita de sal

Instrucciones
Lave los frijoles negros previamente escogidos y póngalos
al fuego en una olla de cocción rápida con abundante
agua que cubra por entero los frijoles, coloque la válvula
de la presión y cuente unos 30-40min, enfriar y retirar
la tapa de la olla y revisar que el grano esté blando.
Retire el caldo y reservar. Ponga a refrescar los granos de frijol blando.
Coloque en una olla la cebolla y el ajo bien picados, los pimientos en tiras muy finas, el orégano y el aceite y sofreír ligeramente hasta obtener un color dorado en la cebolla, adicionar el caldo de los frijoles , los granos, el arroz lavado, el laurel y la sal y tape.
Poner al fuego medio hasta que el arroz comience a hervir y entonces revuelva para evitar que se pegue al fondo de la olla, y continúe la cocción con una llama muy baja, hasta que el arroz seque completamente. Este proceso de secado puede requerir de 10 a 15 minutos. Revuelva nuevamente, retire la llama y deje refrescar antes de servir.
Esta receta básica de arroz moro puede incluir la adición de carne chicharrones de cerdo para lo cual basta a la hora de preparar el sofrito incorporar pequeños pedazos de carne de cerdo y sofreirlos con la cebolla y el resto de los ingredientes sin otras variaciones, esta variante le incorpora un sabor muy especial al arroz y de mayor contenido de grasas y proteína animal, es una variación de la receta según el gusto y la costumbre local.

Gracias: http://cocinacubana.cibercuba.com/receta/arroz_congri

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