Inroduccion a Los Dioses Cubanos

Lydia Cabrera

El Monte
Primera Edición: Habana, 1954
Alejo Carpentier: “Yo no podía sospechar que aquel día, acaso, había nacido la vocación de la joven cubana, por el estudio de los ritos de la magia afrocubana”
Fernando Ortiz: “ Habíamos asistido ( refiriéndose a Alejo Carpentier y Él) , como en otras muchas ocasiones, a cierta ceremonia de santería y vimos venir a Lydia en compañía de la escritora venezolana Teresa de la Parra; ambas se habían dado cita en aquel toque de tambor, interesados en escuchar las sonoridades ancestrales de nuestro pueblo.”
Su vocación, a los misterios de las deidades de los negros, en aquel entonces, fue inculcada por tres personas muy importantes en su vida, una, Teresa, una negra que entró como costurera de la casa de los padres, “Ella fue la que me condujo por primera vez a un asiento” escribió la autora.
La segunda fue la influencia que ejerció Fernando Ortiz, quien Lydia estuvo vinculada por lazos familiares y de colaboración intelectual.
Y la tercera fue su padre que aunque no le inculcó el amor por las raíces de nuestro pueblo, si le dejó un libro anecdotario sobre sus inicios en el mundo profesional de la abogacía.
Todo esto formó su interés por recoger muchas anotaciones, de este mundo que para su época estaba llena de prejuicios sociales, y que a pesar de eso, logró recogerlos en un tomo como éste.
Al Monte de Lydia, escribió Raimundo Respall Fina, en el prólogo de su tercera edición, solo podemos asomarnos si guardamos respeto por nuestras tradiciones.

En esta serie de relatos sacados del libro El Monte queremos, comenzar una incursión en las tradiciones del pueblo cubano, su mezcla de ritmos, colores y deidades, y recogiendo todo lo que se ha escrito acerca del tema, por eso lo hemos llamado "Los Dioses Cubanos"

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